Cuidar la tierra, para que ella cuide de nosotros
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Un proyecto nacido de un llamado profundo: la tierra, la vida, la comunidad
Al principio hubo un llamado. El llamado de la tierra, de la naturaleza, de la vida que nos rodea y nos interpela.
La Comunidad Oasis nació de esa necesidad urgente de reencontrar un lazo auténtico con la tierra: escuchar sus ritmos, respetar sus ciclos, aprender a vivir en armonía con lo que nos ofrece.
Aquí, cada árbol plantado, cada semilla sembrada, cada mano tendida es un acto de gratitud hacia la naturaleza. Creemos que cuidar la tierra es también cuidar de nosotros mismos, de nuestras familias, de nuestros hijos y de las generaciones futuras.
Preservar el entorno es honrar la vida en todas sus formas: la diversidad de las plantas, la riqueza de la fauna, la belleza de los paisajes y también la fragilidad de nuestra propia humanidad.
La Comunidad Oasis no es solo un lugar. Es un movimiento, un impulso colectivo para regenerar la vida, reencontrar el sentido del compartir, y transmitir valores de escucha, apoyo mutuo y respeto.
Es una invitación a ir más despacio, observar, sentir la fuerza tranquila de la naturaleza y participar en la creación de una comunidad que pone la tierra y la vida en el centro de sus decisiones.
Cada quien elige su forma de participar
En la Comunidad Oasis no hay un modelo único ni un camino impuesto.
Cada persona es libre de participar según sus deseos, talentos, sueños y el tiempo que quiera dedicar al proyecto.
Ya sea que quieras iniciar, conectar, enraizarte o simplemente apoyar a tu manera, aquí encontrarás un espacio donde tu compromiso, incluso discreto, tiene sentido.
Lo que importa es la intención: cuidar juntos, para que la tierra, a su vez, cuide de nosotros.
Cada quien elige
su forma de participar
Sensaya es la primera semilla sembrada en el corazón de la Comunidad Oasis.
Sobre 18 hectáreas, nacen 60 parcelas de 250 m², cada una con la posibilidad de construir una casa de 2 habitaciones con terraza y jardín (casa de 64 m²).
Sensaya es el laboratorio vivo de una nueva forma de convivir, compartir, cultivar la tierra y construir el futuro.
Aquí no hay promesas de rendimiento, sino la certeza de pertenecer a un proyecto que tiene sentido, que regenera y que inspira.
- Precio de una parcela de 250 m²: 25,000 €
- Casa de 2 habitaciones (64 m²): 45,000 €
Tres caminos para vivir y hacer crecer la Comunidad Oasis
Le Visionneur
El Visionario
Quien inicia, impulsa, abre el camino.
El Visionario siente el llamado de un nuevo modelo de vida y desea ver florecer la Comunidad Oasis. Siembra la primera semilla, apoya el nacimiento, inspira el movimiento — sin residir necesariamente en el lugar, pero aportando el impulso vital.
Su rol:
- Llevar la visión y permitir que la comunidad nazca
- Apoyar a distancia, animar, inspirar, transmitir
- Ser la fuente que permite que la vida surja
L’Ambassadeur
El Embajador
Quien conecta, irradia, comparte.
El Embajador está presente en ciertos momentos, a veces ausente, pero siempre conectado al espíritu de la Comunidad Oasis. Vuelve cuando lo desea, comparte su espacio con otros, hace brillar la comunidad dentro y fuera. Encierra el vínculo, la circulación y la apertura.
Su rol:
- Habitar la Comunidad Oasis a su propio ritmo, con total libertad
- Abrir su espacio a otros cuando no está
- Hacer vivir y brillar el espíritu del lugar, conectar a los miembros y las experiencias
Le Gardien du Vivant
El Guardián de la Vida
Quien se enraíza, encarna y cuida.
El Guardián de la Vida elige instalarse en la Comunidad Oasis, participar en la vida diaria, acoger, proteger y nutrir la dinámica colectiva. Vive plenamente la experiencia, cultiva la tierra, recibe a los visitantes y vela por la armonía entre humanos, naturaleza y el espíritu del lugar.
Su rol:
- Enraizarse en la vida de la Comunidad Oasis, solo o en familia
- Cuidar la tierra, los seres y la comunidad
- Ser la memoria viva y el alma del proyecto día a día
Condiciones generales
- Todas las casas están integradas en el entorno natural, con acceso a los espacios comunes, jardines, huertos, piscina y experiencias colectivas.
- La carta de vida establece las bases del respeto, la cooperación y la sostenibilidad.
- Cada casa puede alojar hasta 4 personas (2 adultos, 2 adolescentes).
- La participación en la vida comunitaria es siempre voluntaria y evolutiva.
